Lo se, lo se, les debo un par de comic covers (uno del viernes y otro de ayer), pero casi todas las aventuras del viaje ya las dibuje y el material que queda no me inspira lo suficiente como para plasmarlo. Además de que no he salido mucho últimamente, en parte por que el White Dragon (a.k.a. mi coche) sigue en reparación (ya me lo habían regresado y toma que le dejaron un ruido del demonio en la trasmisión 😥 ). Por otro lado, después de Ixtapa, me tomé unas merecidas vacaciones para dormir y no hacer nada. A esto súmale el hecho de que todo el mundo anda vuelto loco organizando el fin de año, de viaje o whatever. Pero no se preocupen que pronto me pondré al corriente con eso (si, claro, como si se preocuparan por que no haber soltado comic esta semana; déjenme soñar y creer que tengo muchos fans :P).

Bueno, pasemos al tema. “La Pasta” es un restaurant italiano ubicado a una cuadra de la Glorieta Chapalita sobre avenida guadalupe. La entrada está algo escondida detrás de unos árboles, pero bastante fresona a mi gusto. La pinta es elegante y el ambiente tranquilo. Cuentan con una  barra de ensaladas al gusto y un menú que abarca más que tradicionales pizzas y pastas, pues encuentras platillos sofisticados y cortes de carne grueso muy al estilo argentino. Aunque esto suena bien, lo que realmente me impresionó fue su carta de vinos, la cual cuenta con una muy extensa selección, algo que pocas veces encuentras. Sí, hay lugares que tiene su carta con unos veinte a treinta vinos, pero aquí la carta de vinos es como el doble de la de platillos y van desde económicos (un X|A por ahí de los $150) hasta selección premium, destacando que ninguno se encuentra tan inflado de precio. Mi elección fue un malbec argentino de finca “Las Moras”, un vino ampliamente recomendable en especial para aquellos que no acostumbran el licor de uvas, para las damas o para degustar sólo, siendo de pinta ligera y con un sabor dulce perfecto para carnes blancas, carnes rojas y pastas.

La comida no es tan espectacular, aunque debo decir que deja un muy buen sabor de boca y la porción es basta. La atención es de maravilla, los meseros están muy al pendiente si te hace falta algo, para servirte más vino y ofrecerte lo que gustes de manera rápida y discreta, sin caer en la sobre atención molesta que luego no te deja ni platicar.

No diría que es barato, pero tampoco es caro (alrededor de $200 por persona con ensalada, un platillo y una botella de vino). Me parece adecuado y más por la relación calidad-precio, contando que la buena atención que brindan y que quedas mas que satisfecho.

Quedé muy contento con el lugar y su servicio, la plática fue interesante y mi amiga y yo salimos bastante relajados (ella un poco más por que se le subió el vino… jeje just kidding). Lo único que faltó fue un postrecillo, y es que no quisimos catar los postres del lugar por ir a conseguir un gelato; mala suerte para nosotros que ya habían cerrado. Anyway,  en resumen, puedo decir que pasé una excelente velada y que les recomiendo ampliamente el lugar.

R01 out…