Sailing Out

 

 

Previo – Noche de Marzo 11, Madrugada de Marzo 12

Un terrible terremoto seguido por un tsunami acaba de azotar las costas de Fukushima dejando un espantoso desastre natural y nuclear e inhabilitando el aeropuerto de Tokyo… fortuna para mí que yo llegaré a Osaka, pues sea como sea: ¡ME VOY!

 

Marzo 12 – Vuelo a Houston

La última noche la viví subiendo y bajando escaleras, instalando aplicaciones, doblando ropa y acomodando mi cuarto y estudio. Llevo casi 34 horas despierto (además de las extremas desveladas de días anteriores) excepto por unos 30 minutos en los que recargué la cabeza admirando la pila de ropa que me faltaba por embutir en los límites de una de mis maletas y unos 10 minutos justo antes de empezar con esta pequeña bitácora de viaje. Ahora voy rumbo a Houston, con un plato de lo que sería una cena americana frente a mí y sin mucho apetito para consumirlo. Entre las variedades se encuentra un paquete de salami, queso parmesano, unas galletas crackers, unos m&m’s y un sobre con pedazos de fruta, yogur y una triste almendra (esperaba por lo menos unas cuantas, pero no) y un vaso con restos de hielo y agua.

La mañana fue igual de agitada que la noche, escuchando unos leves regaños por parte de mi familia reclamando el no haber pegado pestaña, tratando de ayudar a tener todo listo y dando aquellos típicos consejos que solo los padres saben decir de una manera que te hace sentir como infante del jardín de niños…

– pausa, tengo que llenar los formatos de ingreso a USA… back-

Después de dar una última vuelta para verificar que no olvidara nada, partimos al aeropuerto sin mucho comentar. Check in, comida familiar, despedida tranquila sin momentos emotivos (solo mi madre cristaleó un poco la mirada) y tutto finito, ya estaba abordando.

Son casi las 7 de la noche y yo siento como si fuera camino a la playa, a unas pequeñas vacaciones o a un viaje laboral. La emoción aún no me invade y no sé si lo hará. Pensaba que a estas alturas mínimo ya tendría una enorme sonrisa pero solo se me siento relajado. El avión comienza a descender, así que tendré que parar aquí. Camino a San Francisco seguiré con la crónica.

For now, R01 out…

 

9 p.m. – Vuelo Houston-San Francisco

Ok, empaqué como toda una dama. Entre las dos maletas de ropa, la maleta de mano y el maletín se organizaron para acomodarme una buena cansada. El solo trasladarlas de una banda hasta la otra recepción fue una odisea entre que controlaba una al frente y otra detrás. Aún así lo más pesado fue cargar con la maleta de mano y el maletín a lo largo del aeropuerto buscando el “Gate 44”. Lo juro, si no hubiera estado entrenando tanto durante los ensayos con los Darkness y en casa, dudo que lo hubiera logrado. Mis manos están temblorosas, las piernas las siento algo cansadas y la pesadez regresó. Lo bueno: aduana, seguridad y todo el desmadrito de la llegada a EEUU fue relativamente rápido y sin problemas, EXCEPTO por una pequeña revisión extra de mi maleta de mano para volverla a pasar por el escáner porque contenía “paquetes sospechosos” – que solo eran unos quesos y adornos que su familia le enviaba a mi amigo Ixion, solo que su madre los envolvió de tal forma que parecían paquetes de cocaína XD – Después de la segunda revisión me dijeron que no había problema y que continuara. Ahora la noche pinta su estilo de silencio mientras el avión avanza lentamente para el despegue. De compañeros de asiento, una pareja joven angloparlante pero sin mucho que decir y mucho por leer (la dama de al lado tiene un kindle 2 y puedo decir que se muy chingón; me agrada más que mi PRS-700). Una chica del otro lado del pasillo jugando el crucigrama del periódico local como el pasatiempo más fenomenal y eso es lo más interesante del momento. Por el momento volveré al estudio, dejando la crónica para cuando llegue a SFX.

R01 out…

 

Ni idea de la hora entre tanto cambio de horario – A poco tiempo de aterrizar en Osaka.

La mañana se vio abrigada por un cielo grisáceo que permaneció durante todo el día con ligera lluvia en precarios momentos. Cuando llegué a San Francisco ya había viajado a través del tiempo, volviendo a ser las 10 de la noche. Seguí a los demás pasajeros hasta la entrega de equipaje, que aunque mis maletas viajarían directo a Osaka, opté por verificarlo. Para mi sorpresa (y agradeciendo un poco mi obstinencia) una de las maletas apareció en la bandeja de entrega. Sin más problema lo comuniqué en las oficinas y con gusto se hicieron cargo. Me tomé un respiro para aprovechar la red inalámbrica del aeropuerto, comunicarme con mi familia para evitar preocupaciones y atender un poco las redes sociales. Al cabo de unos 20 minutos me dispuse a vagar por el lugar, ubicando salas, estirando las piernas y disfrutando del espacio tan enorme casi completamente vacío (ya eran poco más de las 12am). En algún momento me senté a tomar el refrigerio que recibí en el primer vuelo, volviéndome inmerso en la terminal, sintiéndome como Tom Hanks en la película del mismo título y cuando menos me di cuenta ya eran cerca de las 2am.

El aire fresco llenó mis pulmones cuando salí a pedir un taxi que me llevara al hotel más cercano para recargar baterías (mías y de mis dispositivos) para otro día de viaje, aunque solo fuera por un par de horas…

…Las alarmas sonaron. Una ducha, guardar todo, al lobby para el check out y esperar el shuttle…

Parecía una dimensión alterna a la tranquilidad, soledad y reflexión que había experimentado la noche anterior. Donde hubo espacios abiertos se había convertido en un mundo de gente por doquier, filas interminables, ruido y calor.

Esta vez tardé más de una hora en pasar los procesos de seguridad y dirigirme a mi sala de espera, que si no hubiera sido por la mala broma que me jugaron mis neuronas por privarlas de tantas horas de sueño, hubiera llegado en menos de 5 minutos, contrarios a los casi 25, una manos y hombros desechos (¿recuerdan que les dije que el maletín y la valija de mano pesaban bastante?) y la terrible cansada que dejó en saldo caminar hasta el Gate 61 en lugar del 91. De tal forma que hice esto:

 

Airport Mistake

 

La ventaja fue que hice mucho ejercicio… bleh! a quién quiero engañar, la regué y ya XD. En fin, justo al llegar a la sala me vocearon al mostrador, lo cual me pareció bastante extraño. Me solicitaron pasaporte, pase de abordar y VISA! (de Japón, obvio), algo que temía. Normalmente puedes residir en Japón (y en muchos otros países) un máximo de 90 días; sin embargo, por la buena relación de nuestro país con el suyo, los mexicanos podemos extender ese periodo hasta por 6 meses sin necesidad de visa, comprobando que tienes la solvencia suficiente o al menos eso me dijeron en la embajada Japonesa (mito, nunca me pidieron comprobarla). Fueron unos minutos estresantes en lo que le explicaba la situación, lo buscaba en el sistema y preguntaba por teléfono en Japonés (conversación que milagrosamente entendí bastante bien). Al final todo se resolvió en el momento.

Con mi cuerpo ya sin estrés, la atención se volvió hacia mi estómago (estaba hambriento) y es que no había comido nada en todo el día. Refrigerio, llamada a la familia, twitter y otra vez al avión.

Faltan poco menos de 3 horas para aterrizar. El vuelo ha sido extenso, pero no tan cansado como pensé que sería. Quizá porque me he mantenido ocupado con el monitor que tengo enfrente (a esto llamo servicio). Para quienes no han tenido la fortuna (como yo antes de este vuelo), explico: tienes tu propia mini laptop, por así decirlo, completamente touchscreen, empotrada en el asiento de enfrente con música, películas, juegos, información variada del vuelo, de Japón, de la aerolínea, etc. Además, debido a un súper retraso (no exagero, de las 11:45am que estaba programado, a la 1pm para el abordaje y despegar casi a las 3pm) nos ofrecieron la programación premium de forma gratuita para todos.

Para mi grata sorpresa, la selección de películas contaba con The Black Swan, Harry Potter 7 part I, Tangled, Inception, El discurso del Rey entre otros títulos. A eso le sumas que tengo mucho sin ir al cine y que no había visto ninguna de las mencionadas, pues me puse a desquitar nuestro premio a la paciencia, tan solo dándome pequeños recesos para descansar, escribir estas líneas y reflexionar un poco.

Creo que algo murió en mí en algún momento de la vida, pues la emoción sigue sin avistarse. Eso sí, debo admitir que disfruté de escuchar las primeras instrucciones de vuelo en japonés. Anyway; parece que de esta narrativa no queda mucho. Falta llegar, pasar migración (miedo), recoger maletas, tomar el tren a Kyoto, luego un autobús y caminar hasta el depa de mi amigo Ixion. Pero en general no creo que ya llegué a ser muy interesante (como si todo lo anterior lo fuera, ja). Por ahora vuelvo a las movies y si puedo, a dormir un poco (que por cierto, me fabriqué una almohada de viaje con la manta que te dan y hasta el momento ha servido de maravilla; si a alguien le interesa saber cómo, con gusto le explico. En verdad es muy útil). Supongo que ya no podré escribir hasta llegar con mi amigo y quien sabe hasta cuando tenga chance de publicarlo, pero bueno, cuando pueda lo haré.

R01 out…

 

Lunes 14 de marzo, 8:45pm hora local de Japón – JR Express

Pues sí, me paró la migra. Tras unas cuantas sacadas de onda que se dio el agente que estaba registrando mi entrada por ver 6 meses en el periodo y no ver una visa, me pasaron con un inspector a una sala contigua. El individuo solo preguntaba “Travel where?, Kyoto where?”. Le expliqué que iba con fines de estudio, que buscaría una escuela de japonés y que estaría viajando por todo Japón. El hombrecillo entró y salió varias veces, finalmente para decirme que por ahora me daba una visa de viajero temporal y que debía ir al centro de relaciones internacionales para hacer la extensión del plazo. Maletas y otra revisión extensa donde hicieron un revolvedero de mi ropa.

El paisaje al ir llegando fue espectacular, como una súper maqueta perfectamente construida y organizada, con montañas, mares y lagos. Aquí en el tren no se aprecia mucho, sin embargo lo poco que veo no se ve tan extraño o amenazante. Ahora Me encuentro camino a Kyoto (después de quien sabe cómo le hice para mover tanto las maletas y comprar el boleto, pero lo hice), así que será por lo menos otra hora y media antes de llegar a mi destino. lo que me inquieta es el autobús, y es que no tengo idea de como carajos le voy a hacer con tanta madre… Ni hablar, fuerza y voluntad será, que al cabo ya estoy acostumbrado después de tanto viaje.

R01 out…

 

9:52pm hora local de Japón – Room 202, Paradole Saiin Part I

Vaya que fue una friega el autobús (ni para que contarles el desmadre al bajarme) y luego otra buena friega desde la parada hasta el depa de Ixion (al cual llegué de milagro y gracias a mi buena memoria, pues muy inútilmente no imprimí el mapa con las guías de cómo llegar, pero que recordando su indicaciones, no tuve problemas, al menos en cuanto direcciones).

Es grato encontrarme con uno de mis mejores amigos y más en tierras tan lejanas, aunque he de decir que el ambiente es algo extraño, como si ninguno de los dos entendiera del todo lo que está pasando. Supongo que es normal y será cuestión de costumbre. Hasta el momento, ya tomé una buena ducha para quitarme el olor a viaje y relajarme un poco. Ixion está en la computadora viendo una serie y yo me encuentro terminando estas líneas para irme a descansar. Mañana iremos a hacer el “check in” en mi depa y después… quién sabe y dudo que importe. Estoy en Japón y eso es lo que cuenta. A pesar del desastre ocurrido el viernes (Terremoto de 8.9 rematado por un Tsunami), posible amenaza nuclear, preocupaciones entre los familiares, amigos y naciones, a pesar que no tengo claras muchas cosas sobre este viaje y que no fue del todo planeado, a pesar de eso y más, puedo decir: lo logré, he llegado.

From Japan,

 

 R01 out from Japan S