Pushing The Sky
Siempre quise hacerlo pero si dijera que fue planeado, mentirÃa…
El viernes me encontraba afuera del cine esperando a Birdie, quien llegó después de unos cuantos minutos hablando por celular, como poniéndose de acuerdo para algo. Una vez que terminó, la cuestioné con una expresión facial.
–¿Qué crees? – dijo emocionada y a lo cual respondà con un tÃpico “¿qué pasa?â€.
–¡El domingo me voy a aventar en paracaÃdas!–.
Mi sorpresa era evidente, y sin pensarlo siquiera, mi boca soltó un –¿En serio? pues invita ¿o qué?…–. Ella quedó aún más sorprendida por mi comentario tan repentino y seguro. Certificó nuevamente que lo estuviera diciendo con seriedad, y después de mi contunda afirmativa, tomó el celular, marcó a un número, y sólo dijo: “¡Hey!, qué onda… oye que apuntes a una persona más…â€
…The deal was done…
De pronto me di cuenta que fui impulsivo y que tal vez serÃa bueno pensar las cosas antes de comprometerme a la locura… La experiencia no se puede describir, se tiene que vivir (aunque suene a cliché). Se habÃa presentado la oportunidad y no pensaba desperdiciarla.
Esa noche, tan sutil como soy, entré a la recámara de mis padres y les dije: “me voy a aventar en paracaÃdas el domingoâ€. Como siempre, me dijeron que estaba loco y me dieron el avión; bueno, por lo menos ya no podrÃan culparme. yo lo intenté y cumplà con mi parte.
El domingo me levanté a las 6am (ya sé, crimen hacerlo en domingo, pero valió la pena), dejé un recado en la mesa que decÃa “Fui a aventarme en paracaÃdas. Nos vemos a las 4pm†y salà con toda la actitud al punto de reunión.
El lugar se encuentra como a hora y media de aquÃ, en Tototlán, Jalisco (poco después de Zapotlanejo). Después de un par de contratiempos, pero sin mayores problemas, llegamos a una fachada que es un hangar de fumigación. En cuanto llegamos fuimos bienvenidos por el staff, chavos entre los 20 y los 40, entre cotorreo y desmadre. El procedimiento es simple: firmas la responsiva, llenas una hoja con tus datos, pagas la cuota, esperas tu turno (porque solo caben 2 personas + sus instructores por vuelo), te dan un pequeño curso con instrucciones y pautas, te prestan el equipo, subes a la avioneta y bon voyage. Aquà algunas imágenes del proceso:
Bueno, ya estaba por subirme al avión y, salvaje como soy, decidà arriesgarme un poco más. Hablé con Gabriel (el instructor) y le pedà que estando en vuelo libre diéramos algunas vueltas. Me dijo que era algo extremo hacerlo en la primera vez, los cual me importó poco, asà que insistà y aceptó…
Subimos a la avioneta como nos habÃan indicado y estábamos a punto de despegar cuando el camarógrafo de una revista que venÃa a hacer un reportaje sobre paracaidismo le pidió al piloto que tomara su cámara y sacara todas las fotos que pudiera (las cuales aún no he recibido, pero en cuanto las tenga las subo al blog). Despegamos entre risas y curiosamente yo seguÃa sin nervios. Estando en el aire, Gabriel, el piloto y yo, venÃamos platicando, tomando fotos y disfrutando del paseo. Pasados unos minutos, me pidieron que cambiara a la posición de salida. Me acomodé, Gabriel enganchó el equipo y me indicó que cuando el piloto dijera “una millaâ€, me pusiera mis goggles.
“Una millaâ€.
La adrenalina se disparó un poco, ajuste los lentes, revisión de todos los amarres. “Puertaâ€. Se abrió todo de golpe; el aire helado, el suelo debajo de nosotros a unos 3000 metros y moviéndose a toda velocidad. Saqué mi pie y lo sostuve contra la presión del aire mientras acomodaba mis manos en el marco de salida. Gabriel jaló mi cabeza hacia atrás y preguntó “¿Listo?â€â€¦ “GOâ€â€¦
Salimos al encuentro del vacÃo. Giramos tal como habÃamos acordado. El mundo se perdió, lo vi girar sin saber dónde era el cielo y la tierra. La velocidad era impresionante. Miré hacia abajo y vi como se acercaba el suelo hacÃa mÃ. Giré la cabeza al frente y a los lados para saborear el vuelo. Era libre. Al cabo de unos segundos, llevé las manos al arnés para sentir el jalón del paracaÃdas. Las risas de emoción se avivaron a lo lejos. Gabriel jaló unas cuerdas y volvimos a dar vueltas en repetidas ocasiones cual montaña rusa. Vi a Birdie aterrizar entre gritos de entusiasmo. Nosotros nos perfilamos nuevamente dando vueltas, aterrizando a gran velocidad… y bueno, ya saben el resto de la historia.
La sensación fue increÃble. Muchas personas sueñan con hacer esto antes de morir y como mencioné en el post pasado, yo quise intentarlo y se me cumplió.
Un especial agradecimiento a Paracaidismo Guadalajara, pues con ustedes vivà una experiencia que no olvidaré.
Para aquellos interesados, pueden visitar la página aquà para consultar precios, el lugar y algunos videos. Si tienen oportunidad, no lo piensen mucho y háganlo, no se arrepentirán….
R01 out…
Qué buena experiencia, espero hacerlo pronto… felicidades!
Nice!
Dime que si pagaste los 1800 pesos por las fotografias tomadas por un fotografo externo…las estaba viendo en la web y vaya que lo valen.
Muy chido, felicidades, todo un salvaje y aventado como siempre jaja, vas a matar a tus padres algun dia.
Wow!! super nice!* A ver sii me animo un dÃa…mi sueño más extremo (por ahora) es nadar con tiburones XD
Saludos! =)
Cacel: Vamos! se está armando un grupito para aventarnos y que salga más barato. Te informo en estos dÃas.
Ramirow: Jajaja no, de milagro compré el video. No soy mucho de comprar esas cosas. Ventaja que estuvo ahà la revista, solo espero me pasen pronto las fotos.
Barbie: Que curioso, justamente hablamos de eso durante el viaje. Si se arma te aviso. (Y)
wow padrisimo amor!!! que buena onda que te prendiste =)
y sigue el parapente, y sigue el rafting en el Zambeze en Zambia =D jaja (algún dÃa)…
te quiero millones baby =) que padres fotos escogiste, pero falta la mejor en “EL MOMENTO” …
Un beso guapo =*