¿Qué es aquello que te impulsa a escribir?

Es curioso como a veces lo que uno necesita para sentarse a arrojar ideas es un detonante no relacionado; algo que deje los pensamientos en movimiento, que no te puedas estar quieto o concentrarte en otra cosa hasta que libreras aquellas ideas o esa inquietud que se resguardaba en lo profundo de tu persona.

Y en otras, lo único que se necesita es sentarse frente al teclado.

Muchos han sido los temas que me rondaron por la cabeza con los cuales me hubiera gustado regresar a escribir para compartir con el mundo y los que alguna vez fueron mis lectores; pero heme aquí, escribiendo después un largo hiatus sobre nada y tan sólo para darme un sentido o tratar de dárselo a este abandonado lugar.

¿Qué es de aquellos viejos edificios, deshabitados y con tendencias al colapso? ¿Acaso se puede esperar que alguien se tome la molestia y haga una tremenda inversión con el fin de restaurarlo para que sea útil nuevamente, o será mejor derrumbarlo y empezar uno nuevo desde el principio?  ¿Servirá aunque sea como vivienda temporal a algunos vagabundos que buscan donde resguardarse?

La vida es cómica e incluso sarcástica a veces, pero es constante en una cosa: uno nunca sabe a dónde girará. Puede que estés preparado para tomar el giro e incluso aprovecharlo; en otras veces no lo verás venir y te tomará por sorpresa e incluso habrá ocasiones en las que las vueltas te harán caer.

Si bien, no puedo decir que estoy en el suelo, definitivamente no me encuentro en la cima disfrutando del viaje; y es aquí donde vuelvo a tratar de iniciar un proyecto perdido, a repasar la lección número uno para tratar de encontrar en dónde fue que me perdí. Y es que en la comodidad de seguir el camino elegido, uno se llega a confiar tanto que deja de lado los conocimientos más básicos. Uno ya no ajusta sus retrovisores, ya no revisa la cadena, deja de limpiar los lentes, no hace lo que disfruta y se olvida de sí mismo.

Hoy me doy cuenta de lo mucho que he dejado que se oxide mi esencia, como un pedazo de plata sin limpiar: opaco y sin vida; y por lo cual ahora tomo este momento de levantar el lápiz, a tres años de haber escrito el primer track de este nuevo álbum, y regresar a las formas básicas; de llenar los cuadernos con círculos, hacer planas con la letra a, estudiar los verbos, sonreír con sinceridad, asombrarme por el mundo y dejar que fluyan los “debrayes”.

Esto no significa que la escritura regresará, que todo quedará bien aceitado y comenzará a moverse de nuevo, pero sí que al menos por un día tomé el lustre e intenté limpiar un poco, dejándolo como punto de referencia para voltear atrás y saber que ese día, hice algo por mí mismo.

R01 out….